martes, 21 de enero de 2014

Monte Perdido (3355 m)

Uno de los valles emblemáticos de los Pirineos es, sin duda, el Valle de Ordesa. Así que para finalizar la temporada 2013, qué mejor que vistarlo, y subir su cima más famosa, el Monte Perdido (3355 m).

Para esta ocasión el grupo está formado por Edu y un servidor, y dos compañeros de última hora, Eudald (ultratrails finisher) y Polo. Como siempre, el fin de semana fue un éxito, rodeado con la mejor compañía. 
Ante de enfilar el bus de Torla a la Pradera de Ordesa, visitamos el pueblo y comimos fuerte, para coger fuerzas...
La terraza dónde comimos
Últim paseo por Torla
Dada su longitud, la ruta la dividimos en dos días, durmiendo en Góriz y cargando con las tiendas, lo que hace la ruta hasta el refugio, dura de verdad. El plan es subir por la senda Cazadores, nada más llegar a la "pradera", un antiguo camino que sube vertical hasta los 1900 y pico metros, y bordear el valle desde allí por la faja Pelay, con unas vistas únicas e incomparables. La subida por la senda cazadores, después de comer, y al ritmo que marca Eudald, nos hace sudar de lo lindo y dejarnos sin aliento, vamos, que calentamos de golpe! Repito las vistas arriba, son la ostia!

Arranca el reto desde la pradera
Senda cazadores

Impresionantes vistas desde el mirador de la senda
La faja Pelay transcurre por encima de la pared
Al fondo fondo, la cola de caballo
Una vez llegados a la famosa cola de caballo, podemos proseguir por el paso de las clavijas,  o bordearlo por su derecha, optamos por la segunda opción con lo cargados que íbamos. Llegamos a Góriz y el llenazo es total, buscamos un hueco para dormir y nos preparamos para pasar la noche. Lluvia y viento mientras dormimos nos visitan, lo que hace dudar sobre la posibilidad de la ascensión, lo que faltaba! Por suerte, nos levantamos con un día despejado y espléndido, pero con un frío notable.

Sorteada la cola de caballo, rumbo a Góriz
El valle a nuestros pies
Tienda montada, paisaje de lujo
Enfilamos la ruta que nos llevara al collado del Cilindro, y nos dejará a las puertas de la temida "escupidera", uno de los puntos negros del Pirineo... Por suerte, no hay nieve y su peligro es mínimo, aunque es un tramo largo y de subida penosa por una tartera descompuesta. La ascensión es muy amena, y cómo dejamos las tiendas en Góriz, se hace muy ligera, algún paso para grimpar, riachuelos, viento, frío... pero poco a poco logramos la cota 3000 justo en el collado del Cilindro.

Primeras grimpadas

Subiendo sin descanso y con mucho frío
Algunos repechos, que nos permiten descansar
Aquí sopla un aire gélido que nos deja sin tacto en las manos. Intentamos comer algo antes de el tramo de la escupidera, que ya tenemos ante nosotros. Sin prisa pero sin pausa lo superamos, y, al llegar arriba, solo nos queda superar un pequeño repecho hasta la cima, dónde ya hay gente esperándonos.
Ya la tenemos aquí, la famosa escupidera
Cima coronada, el valle queda al fondo
Más vistas desde la cima
 Otra cima lograda, con unas vistas geniales hacia el valle, y a todas sus vertientes! La bajada la hacemos en tiempo récord hasta Góriz, gracias al ritmo que nos marca Eudald, acostumbrado a los trails. Una cervezita para recuperarnos, recoger las tiendas y ahora sí, lo más duro, el descenso hasta la "pradera" muy muy muuuuuuuuy largo...

Bajando la escupidera, mucha gente aún sube
Tramo helado más difícil de lo esperado
Algunas cadenas que ayudan a no caer...
De regreso, el día es espléndido
Llegados a la cola de caballo, disfrutamos de las vistas y descansamos para los kilómetros por el valle que aún no quedan. Mientras bajamos, vemos el camino que recorrimos en la ida, a nuestra izquierda, qué recuerdos! Nuestra principal preocupación a la vuelta es pensar en la comida... en el menú "alto aragón" que vimos en el pueblo el día anterior, con el hambre que llevamos, y calculando que llegaremos a la mil, y que nos quedaríamos sin él, la moral estaba muy baja...pero por fortuna no fue así!!! Migas de aragón, ternasco, vino somontano... qué delicia después de coronar uno de los pico emblemáticos del Pirineo, el Monte Perdido.
La famosísima cola de caballo
El bosque está precioso, pero estamos reventados ya...
Premio! Apoteósicas migas de Aragón
Y ternasco de segundo, un éxxxito
Así que ya sabéis, no dudéis en hacer estar ruta, que la recompensa luego es extraordinaria!!!!

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